2009. 7 DE FEBRERO

LA PINTURA DE MARCOS REY y OLGA ESTHER.

No me gusta el esteticismo. Tengo la impresión de que los ideales de belleza nos ciegan para ver la belleza de la fealdad.

Me cansa la pintura de los nazarenos, (en general me cansa la pintura inglesa) me parece una visión parcial y falsa de la vida.

A ver si me explico; podrían decirme que cuando Alonso Cano utiliza niñas para pintar a la virgen esta incurriendo en esteticismo. También incurren en él los pintores nazarenos cuando idealizan la imagen de Cristo (la imagen de un Cristo barbado de beatifica miraba y encandiladora belleza que hoy cuelga en casi todos los hogares es un legado de este grupo de pintores). Pero el pintor andaluz  nos transmite su idea a través de la inocencia de la niña que ha utilizado como modelo y el Nazareno quiere transmitírnosla a través de la belleza.

Aquel usaba la belleza y estos abusan de ella.

Lo primero y fundamentalísimo del artista no es saber pintar, escribir, esculpir o diseñar, lo primero y fundamentalísimo es tener algo que decir.

Este es el más fuerte comentario que puedo realizar a un joven artista, Marcos Rey, de quien acabo de adquirir un dibujo (el que veis mas arriba) y a quien humildemente aconsejo tire a la papelera el 90 por cien de su obra y quede medianamente satisfecho con el resto,  lo cual no es una crítica sino un elogio.

Viceversa otra nota debo hacer: Harto y más que harto de la neurastenia intelectualoide que a modo de aura envuelve a los artistas, uno desea toparse con gente normal, que haga obra normal, que pinte niños que puedan serlo de cualquiera, y que al preguntarle quien es pueda contestar "yo no soy nada ni nadie, no he estudiado en San Fernando, ni he expuesto en New York y estoy aprendiendo en mi casa con un lápiz, una goma de borrar y muchas horas" y esta es la gran ventaja que tiene Marcos Rey, el contar con una cabeza normal no contaminada de intelecto.

Recuerdo el distinto comportamiento de dos pintores a los que visite en su estudio, Jesús Villar me comentaba como en una entrevista había sido reiteradamente asediado para que explicara el "contenido último" "el mensaje" de su obra hasta que harto del periodista niñato habíale contestado "pues la verdad es que ni tengo contenido ni tengo mensaje, yo solo pinto un campesino con su perro", en cambio otro, de quien no quiero decir el nombre, entre llamada y llamada (atendidas todas en correctísimo ingles) me hablaba de la simbología que podía tener el uso de la misma pintura acrílica que había utilizado la Nasa en no se que cohetes espaciales (hablo en serio, la anécdota es absolutamente cierta).

En fin, dar las gracias al joven autor por su dibujo. Lo encuentro extraordinario (este, no los otros).

Después de escribir estas líneas encuentro a otra autora, Olga Esther cuyos dibujos ilustran perfectamente la anterior critica. Entre las perfectas carnes de las señoritas que imagina más que copia Marcos Rey y las flácidas pieles de quien fue la abuela de Olga media todo el abismo que va de un niño a un pintor;

 

olga esther. ¿Donde he puesto mi zapato?.Olga Esther. El Alzeimer (fragmento)