ZOHRE MIRABASSI.

Mis amigos no han podido acompañarme al rastro, ¡Hoy es el memorable día en que Teresa inicia su magna y dilatada preparación para poder comulgar el año que viene¡. ¡Y todos¡; Papas, Mamas, hermanitos, profesores, y hasta, casi casi si me descuido, amigos de visita temporal en casa....... acuden a la Iglesia para que los futuros miembros de la comunidad oigan misa y reciban de las santas manos de un reverendo padre, el Nuevo Testamento, que, estoy seguro, les habrán predicado, deben tener a partir de ahora en su mesita de noche, para despedir el día e iniciar los sueños con su beatífica lectura.

Yo, que de todos quienes allí se reunieron formo parte del muy reducido grupo de los que han leído la Biblia en su práctica totalidad (confieso que nunca nunca pude con el Deuteronomio) y la admiran y sienten con suficiente grado de amor como para no asistir a ese tipo de convocatorias, logre escapar al acto solo por la insistencia que en ello pusieron mis amigos, espoleada, como bien visible les resultaba, por mis deseos de acudir al rastro y buscar a Zohre Mirabassi, la pintora iraní a la que adquirí unas ceras hace un par de meses.

   Lo primero que piensas cuando vez a Zohre es que has retrocedido a los años 60, y que estas ante una anárquica joven a quien el desaliño exterior le importa un comino. Basta sin embargo captar la mirada de sus oscuros ojos (ojos de emigrante iraní exiliada, no se si por mor de circunstancias políticas pero a bien seguro que por mor de circunstancias ideológicas) para darse cuenta de que aquel desaliño no es tal y que en realidad obedece a un magnifico equipamiento interior.

Esto no ocurre siempre ¡Que va¡.

Cuando veo fotografías hippies de los años 60, lo último que llama mi atención son los vestidos. Resultan de lo más acorde con sus pensamientos; snobismo en la cabeza y en el vestir, ligereza de camisas y de ideas, ductilidad de texturas y de formas de vida. A Mia Farrow y a los Beatles no les lleva a coincidir en un monasterio budista su crisis intelectual, les lleva la crisis existencial derivada de su aburguesada vida.

A Zohre por contra le ha determinado su aspecto exterior no su pobreza sino al contrario su riqueza espiritual.

Todos tenemos algún amigo que ha caído victima de las drogas o del alcohol, y nunca, nunca, he visto caer a los más tontos, sino a los más listos, y a resultas de ello, a los más inadaptados. Los tontos siempre sobreviven (ponganse a militar en alguna ideología o a formar parte de algún escalafón funcionarial) los listos son los que caen y los muy listos los que escapan a la fácil caída.

Y de estén grupo es la señorita Merbassi, que no consigue engañarnos con su aspecto exterior, que no tiene una cabeza hippie sino una cabeza llena de soledad, de inteligencia, de bonhomía, de perdón, y digan lo que digan sus obras, de exultante amor hacia todo lo que le rodea, pues sabido es que solo critica quien ama y que nuestros más implacables jueces son quienes mejor nos quieren y que por ácidos que pretendan ser los mensajes que Zohre nos dirige a través de sus obras, es la suya una acidez llena de amor.

Aquel domingo tuvo nuestra amiga que sentirse acompañada; acudimos a buscarla tres clientes, todos ignorantes de nuestra mutua existencia. No se quien era el primero. Dio de ella el mejor de los elogios que podía brindarle: "Tengo en casa 47 obras aunque no puedo colgarlo todo.........". El segundo era un galerista francés que por fines comerciales rehuyó lo mejor de su obra; la brutal crítica a la sociedad española, y prefirió la mordacidad a la sátira. El tercero era este servidor suyo y de Dios que como ya le ocurriera hace unos meses quedó anonadado al ver a lo mejor de nuestra pintura (nuestra porque Zohre es más española de lo que lo somos todos nosotros) al abrigo de los soportales de Madrid, buscando huir, en su umbría, de los cuerpos de seguridad, que al amparo de la ley habianle privado la semana  anterior de unas docenas de laminas.

¿Sr Gallardón porque sinrazón solo caben en la Plaza Mayor de Madrid, 30 malos pintores, elegidos al azar y cuya obra no vale un pepino?.

20 de Enero del 2008.