5 de Mayo del 2006.

27 DE MAYO. COMENTARIO A UNA OBRA DE DINO VALLS.

 

 

¡MIRAD QUE OBRA TAN TRISTE¡

¿SABÉIS EN QUE RADICA SU TRISTEZA?.

 

En la ausencia de motivación que la joven parece tener para acuchillar la imagen.

No hay ni odio ni maldad ni en los ojos de la muchacha que quiere matar (o borras que viene a ser lo mismo) ni en los del personaje ausente cuyo lienzo se rasga. ¿Que provoca pues su distanciamiento?, ¿Que motiva empuñar el cuchillo?.

Yo creo que la clave para interpretar la obra radica en la intelectualidad del varón cuya imagen se pretende romper.

 Refugiado en esa intelectualidad (¿con o sin culpa del personaje femenino?), se ha alejado del trato con los hombres. Solo su imagen ha quedado entre ellos.

 Y el vacío provocado por su ausencia empuja a quien le amaba a transformar su amor en deseo de olvidar.

 El humanista ausente cuya imagen se rasga no había leído a Huxley ("Contrapunto"):

"Es incomparablemente más fácil saber muchas cosas, por ejemplo, acerca de la historia del arte y tener ideas profundas acerca de la metafísica y de la sociología, que saber intuitiva y personalmente algo acerca de nuestros semejantes, y llevar relaciones satisfactorias con nuestros amigos y nuestras amantes, nuestra mujer y nuestros hijos. Vivir es mucho más difícil que el sánscrito……. He ahí por que, entre otras razones, existe tanto demanda de educación superior. Las gentes se abalanzan hacia los libros y las universidades como hacia los cafés. Quieren ahogar su conciencia de las dificultades que presenta el vivir adecuadamente en este grotesco mundo contemporáneo; quieren olvidar su deplorable insuficiente en el arte de la vía…….".

 Así interpretada la obra, queda claro el motivo de su radical tristeza: El infierno esta presente aun entre las personas bondadosas, nos dice. El infierno no es infierno porque en él resida Satán, sino porque en él no reside el amor. Y se embarca de esta forma, en la más pura cepa del arte español, que siempre ha creído en el hombre y nunca en las relaciones humanas.

 Claro que si no estáis de acuerdo conmigo, la pintura tiene la suficiente calidad no ya para admitir distintas interpretaciones sino para hacernos cambiar día a día la que nos hayamos formado.

Por cierto se trata de una pintura de Dino Valls, de quien nunca entenderé como teniendo en sus manos todas las cartas para ser moderadamente feliz insiste tan reiterativamente en dar a luz monstruos de tristeza.

 Añado un enlace y una carpeta con fotos de sus obras para así seguir imbuyéndoos en la idea de que la mejor pintura del mundo habita hoy entre nosotros.

 

http://www.dinovalls.com