DAVID TRUEBA.

COMENTARIO A SU LIBRO SABER PERDER

2008-05-18

Mando a dormir el sueño de los justos una novela de David Trueba. Hace ya años que Víctor me dio a leer la primera refiriéndose al autor como joven promesa de nuestra literatura, llevaba el título de "Cuatro Amigos" y perfilaba el arrastre de sus vidas llevados por un entorno que fuera cual fuera la dirección en que les llevase acababa devorándolos. De aquel libro solo perdura en mi memoria una nota; aquella en que uno de los protagonistas relata a otro la vulgarización de su vida sexual, la perdida de significación y de valor de conductas, que antes, en la lejana juventud, eras vistas con mayor entusiasmo, pero la idea, fácil en si, era desarrollada en forma escatológica, y el personaje, reproduciendo de adulto los iniciativos comportamientos amatorios con su pareja, venía en orinar sobre su mujer cuando esta se encontraba tomando un baño, provocando una reacción de repudio y disgusto muy dispar a la que ese mismo comportamiento había originado años atrás.

 También en esta segunda obra "Saber perder" los personajes son arrastrados por un entorno que los aleja de sus anhelos de juventud, que marchita sus potencialidades, condenándoles a la mediocritas.

 ¡Bien, Ok, todos somos mediocres y todos nos vemos forzados por ese glaciar que nos aprisiona, nos moldea y acaba triturándonos.¡.

¿Todos?.

Porque el autor del libro no solo es escritor, ha sido también guionista, director de cine, periodista y realizador de televisión, y con un historial así no puede encontrarse dentro de la mediocridad (que a la postre no es sino el lugar en el que están los de en medio) ni por más que el destino le haya empujado puede decirnos que le haya arrastrado.

Así que, Veamos, ¿Qué significa eso de ¿Saber perder?. ¿Ha perdido la encantadora jovencita coprotagonista del libro a la que las circunstancias alejan de su primer amor?. ¿Ha perdido su padre, abandonado por su mujer, arruinado económicamente y transformado en asesino de quien un día fue su falso amigo y al día siguiente causa de su ruina?. ¿Ha perdido el padre de este y abuelo de la primera hipnotizado por la juventud de una prostituta en la que busca olvidar la soledad de su decrepitud física? ¿Ha perdido su moribunda esposa consagrando su vida a un pianista más sensible que virtuoso?.

 

 

 

Aceptemos que todos perdemos nuestros deseos inalcanzables (y esto ya es mucho aceptar porque en realidad no podemos perder algo que no habíamos alcanzado), pero ¿vamos por eso a conformarnos con que nos devore el Leviatán de nuestro entorno? ¿Vamos a "Saber perder?.

Porque eso que David Trueba cuenta en su libro no parece ser lo que él hace con su vida, y la radical diferencia entre lo que el cuenta y lo que hace radica tan solo en una chispa de alegría, de optimismo.

Y de esto adolecen los personajes urbanos de Trueba; de visión positiva respecto a sus semejantes. Todos ellos son marcadas personalidades individuales, pero ninguno ve en los otros rasgos de valor superiores a los propios, todos se encuentras aislados en una burbuja de cristal dentro de la cual creen, con ellos refugiados, todos los valores dignos de la humanidad. Fuera de la burbuja no hay ni más valores ni más humanidad, hay otros seres, dignos de respeto si, pero indignos de amor.

En los dos libros de Trueba (magníficos dentro de la neurastenia, y pido no se tomen mis palabras por crítica) falta la risa, aunque eso si, el autor nos recuerda que las flores también nacen en medio del pedregal.

 Como soy un asqueroso purista no puedo dejar de señalar que sobra el agradecimiento del autor respecto a quien le ha asesorado en aspectos jurídicos para redactar el libro porque hacen chirriar los dientes el registro de una vivienda por la policía sin la presencia judicial y el otorgamiento de una escritura pública sobre un bien ganancial disponiendo el marido con la sola aportación de un certificado medido acreditando la enfermedad de la esposa, más….. "nunca fui tan ingenioso en ageno libro, que me parecieffe bastante un defcuydo para destruir un artífice."